miércoles, 5 de noviembre de 2008

CASTILLA

Tú me levantas, tierra de Castilla
en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,
al cielo, tu amo.

Tierra nervuda, enjuta, despejada,
madre de corazones y de brazos,
toma el presente en ti viejos colores
del noble antaño.

Con la pradera cóncava del cielo
lindan en torno tus desnudos campos,
tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro
y en ti santuario.

En todo cima tu extensión redonda
y en ti me siento al cielo levantado,
aire de cumbre es el que se respira
aquí, en tus páramos.

¡Ara gigante, tierra castellana,
a ese tu aire soltaré mis cantos,
si te son dignos bajarán al mundo
desde lo alto!.

El Duero cruza el corazón de roble
de Iberia y de Castilla ¡Oh, tierra triste y noble!,
la de los altos llanos y yermos y roqueadas,
de campos sin arados, regatos ni arboledas;
decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
que aún van, abandonando el mortecino hogar.

Repetición: Reiterar la misma palabra o la misma idea (tierra, campo y páramo).
Híperbaton: Cambiar de lugar el órden de las palabras , dentro de la frase (con la palabra cóncava).
Metáforas: Identificación de una cosa con otra, que se le parezca (corazón de roble).
Personificación: Darle cualidades de persona a los objetos (madre de corazones, desnudos campos).
Epíteto: Uso exagerado de adjetivos (tierra nervuda, pradera cóncava, cielo levantado, noble antaño).
Anáfora: Repetición en el comienzo de algunos versos (al cielo que te enciende, al cielo, tu amo).
Exclamación Retórica: Frase exclamativa para darle realce a lo dicho (¡Oh, tierra triste y noble!).
Polisíndeton: Repetición de conjunciones (sin, en, ni).

















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